Solubilidad de la sal en agua
Solubilidad de la sal en agua a temperatura ambiente
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La formación de sales poco solubles a partir de soluciones acuosas y su disolución ha suscitado un amplio interés en la investigación. De particular importancia es la formación y transformación de minerales que presentan polimorfismo o se encuentran en más de una fase cristalina como, por ejemplo, en el caso de los fosfatos de calcio, formados en la mineralización biológica y en yacimientos a escala industrial. La comprensión de estos procesos depende principalmente del equilibrio entre las fases minerales consideradas y el medio acuoso en contacto. La precipitación tiene lugar en soluciones sobresaturadas con tasas que dependen de la sobresaturación de la solución. La investigación experimental puede revelar detalles mecanísticos si se realiza con una sobresaturación sostenida. La cinética del crecimiento de los cristales depende de la difusión superficial o de la difusión masiva, que a su vez está controlada por la dinámica de los fluidos del medio. En el caso del fosfato amónico magnésico (estruvita), la presencia de compuestos orgánicos solubles en agua es responsable del retraso tanto del tiempo necesario para el inicio de la precipitación como de la cinética de crecimiento de los núcleos supercríticos. Los procesos de disolución están controlados por los mismos mecanismos. En el caso del mármol calcítico, la disolución en soluciones alcalinas está controlada por la difusión superficial. Los compuestos activos en la interfaz mármol/agua pueden utilizarse en este caso como agentes protectores.
Solubilidad de la sal en 100 ml de agua
Independientemente de su origen, el agua de alimentación de las membranas de ósmosis inversa (OI) y nanofiltración (NF) contiene cierto nivel de sales disueltas. Esta es la razón principal por la que los procesos de membrana se han convertido en el tratamiento de elección para suministrar a los usuarios finales un permeado con bajo contenido total de sólidos disueltos (TDS) y por la que los operadores de sistemas de ósmosis inversa se benefician de una comprensión fundamental de cómo influyen varios factores clave en la solubilidad de las sales.
El TDS es una medida de las sustancias orgánicas e inorgánicas disueltas presentes en el agua y sus valores varían en función de la fuente de agua de alimentación. Los componentes medidos para el TDS incluyen sales, minerales y metales y, como su nombre indica, excluye los sólidos en suspensión.
Cuando las sales se disuelven en agua, se disocian en dos especies iónicas denominadas cationes (iones positivos) y aniones (iones negativos). Las moléculas de agua, que tienen un ligero dipolo, rodean a los iones salinos y amortiguan eficazmente sus cargas iónicas, reduciendo su afinidad natural para unirse y formar partículas más grandes. Sin embargo, esta reacción de disociación es reversible. Cuando las concentraciones de sal superan la capacidad de amortiguación del agua, los iones quedan libres para unirse y formar un sólido que acaba saliendo de la solución. En la ósmosis inversa, este fenómeno se conoce como incrustación, y el ensuciamiento de las membranas puede tener un efecto perjudicial en el rendimiento y la eficacia del sistema de ósmosis inversa.
Solubilidad de la sal en el agua informe de laboratorio
La ecuación muestra que, aunque partían de un sólido, éste se ha descompuesto en iones líquidos (acuosos). Uno con carga positiva y el otro con carga negativa. El sodio es el catión y el cloruro es el anión. Sin embargo, a veces se produce un resultado mucho más interesante. Si una persona empieza con dos líquidos claros, ambos una solución acuosa de sal, pero diferentes sales, ¡a veces acabará con un sólido! Cuando se mezclan, los iones positivos y negativos se agrupan y forman un precipitado. Un precipitado es una sustancia, en forma sólida, que procede de una disolución acuosa. Puede formarse al mezclar dos sales y el resultado es una sal compuesta iónica insoluble. He aquí un ejemplo de ecuación en la que esto ocurre. {eq}2 KI {(aq)} + Pb(NO_{3})_{2} (aq) \rightarrow PbI_{2} (s) + 2 KNO_{3} (aq) {/eq} Es fácil ver que las dos soluciones acuosas se mezclan. El I de la primera solución y el Pb de la segunda se combinan para crear el precipitado sólido (s) PbI. Al mismo tiempo, el K de la primera ecuación y el NO de la segunda se combinan para formar una solución acuosa diferente. Recuerda que (aq) significa acuoso o líquido y (s) representa sólido.
Solubilidad de la sal en agua g/l
El cloruro sódico /ˌsoʊdiəm ˈklɔːraɪd/,[8] comúnmente conocido como sal (aunque la sal marina también contiene otras sales químicas), es un compuesto iónico con la fórmula química NaCl, que representa una proporción 1:1 de iones sodio y cloruro. Con masas molares de 22,99 y 35,45 g/mol respectivamente, 100 g de NaCl contienen 39,34 g de Na y 60,66 g de Cl. El cloruro sódico es la sal más responsable de la salinidad del agua de mar y del líquido extracelular de muchos organismos multicelulares. En su forma comestible, la sal (también conocida como sal de mesa) se utiliza habitualmente como condimento y conservante de alimentos. Se utilizan grandes cantidades de cloruro sódico en muchos procesos industriales, y es una fuente importante de compuestos de sodio y cloro utilizados como materias primas para síntesis químicas posteriores. Otra aplicación importante del cloruro sódico es el deshielo de las carreteras cuando hace mucho frío.
Esta electrólisis se lleva a cabo en una célula de mercurio, una célula de diafragma o una célula de membrana. Cada una de ellas utiliza un método diferente para separar el cloro del hidróxido de sodio. Se están desarrollando otras tecnologías debido al elevado consumo energético de la electrólisis, por lo que pequeñas mejoras en la eficiencia pueden tener grandes beneficios económicos. Algunas aplicaciones del cloro son la producción de termoplásticos de PVC, desinfectantes y disolventes.