Beneficios del agua en ayunas
7 días de ayuno de agua
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En un ayuno seco, el organismo está sometido a condiciones más duras que en un ayuno de agua. Se ve obligado a reestructurarse para producir no sólo nutrientes, sino también agua. En los tejidos del cuerpo la división se produce más rápidamente y tiene lugar en poco tiempo. Las fases del ayuno terapéutico, en el caso del ayuno seco, son las mismas identificadas para el ayuno con agua, pero los tiempos se reducen considerablemente: la fase de excitación dura menos de un día, la fase de cetoacidosis creciente dura de 1 a 3 días y al tercer día de ayuno seco aparece la crisis cetoacidótica. La segunda crisis acidótica, la más curativa, se produce a los 9-11 días. Cuanto antes aparece, antes pasa y más tiempo queda para la renovación y curación del organismo.
Muchos pacientes afirman que el ayuno seco se tolera mejor que el ayuno con agua debido a la falta de hambre. Esto no es sorprendente. El hecho es que el agua exógena y la propia del organismo son muy diferentes. Cuando el organismo recibe agua procedente del exterior, tiene que reelaborar las moléculas, borrar la información inútil, estructurarla y transformarla en “sus” moléculas, que tengan las propiedades del propio organismo. Para ello, al igual que para la digestión de los alimentos, el organismo se ve obligado a gastar cierta cantidad de energía y tiempo.
30 días de ayuno de agua
La abstinencia voluntaria de alimentos sólidos y algunas bebidas por razones terapéuticas, espirituales o políticas ha formado parte de la sociedad humana durante siglos. Los primeros testimonios de ayuno terapéutico se remontan al siglo V a.C., cuando el antiguo médico griego Hipócrates aconsejaba abstenerse de comer o beber para tratar las enfermedades que consideraba consecuencia del exceso de comida.
El ayuno de agua, como forma de terapia médica, fue introducido en América durante el siglo XIX por el Dr. Herbert Shelton. A mediados del siglo XX, se utilizaba en pacientes hospitalizados bajo supervisión médica para reducir el peso de pacientes con obesidad mórbida. Sin embargo, el ayuno en agua como medida dietética pronto cayó en desuso debido a la falta de eficacia y a la preocupación por su seguridad.
Desde la década de 1980, el resurgimiento de la investigación sobre el ayuno ha dilucidado los beneficios fisiológicos potenciales del ayuno de agua que pueden ser ventajosos en el tratamiento de enfermedades metabólicas, enfermedades inflamatorias crónicas, enfermedades cardiovasculares, síndromes de dolor, e incluso condiciones psicosomáticas. Además, se ha descubierto que el ayuno intermitente en agua, junto con una dieta sana y cambios en el estilo de vida, es un método eficaz para perder peso.
21 días de ayuno con agua
Al principio, el ayuno puede parecer una idea aterradora. Evoca imágenes de pasar días enteros sin comer ni beber, y mucha gente no cree que sea posible. Sin embargo, una vez que eche un vistazo a la investigación y a todos los beneficios que puede ofrecer a su cuerpo, puede que se lo piense dos veces.
El ayuno se ha utilizado durante miles de años para tratar enfermedades y promover la salud. El viejo dicho “matar de hambre a la fiebre y alimentar al resfriado” es una prueba de que las primeras civilizaciones comprendieron que podemos beneficiarnos del ayuno.
El objetivo de este artículo es proporcionarle los conocimientos necesarios para realizar un ayuno de agua de forma segura y eficaz. También hablaremos de algunas de las investigaciones en las que se basa el ayuno, sus posibles efectos secundarios y quién debería (y quién no) probarlo.
Un ayuno de 7 días consiste en dejar de comer y beber durante siete días completos. Esto significa que durante ese tiempo sólo se consume agua, aunque también se puede tomar té negro o café sin edulcorantes. El resultado es que el cuerpo experimenta varios cambios biológicos al no consumir alimentos.
Ayuno de agua de 3 días
Lo que coma antes del ayuno puede preparar los días siguientes para tener más posibilidades de éxito. Las 48 – 36 horas previas al ayuno son importantes para preparar el cuerpo y la mente. Empezar a realizar un ayuno de 16 horas uno o dos días antes dará tiempo a su cuerpo para adaptarse y así reducir la ingesta de alimentos de alto consumo energético para procesar. Si come alimentos ligeros e integrales (frutas y verduras) y no consume alimentos procesados, su cuerpo podrá aprovechar mejor los beneficios del ayuno y sacar el máximo partido de la experiencia para la autofagia y la renovación celular.
El aceite de semillas de cáñamo es rico en grasas poliinsaturadas y bajo en carbohidratos, perfecto para entrar en un estado cetogénico. En los 2-3 días previos a su ayuno, aumente su dosis diaria habitual de 1 cucharada a 3 cucharadas al día. El Aceite de Semilla de Cáñamo Verde Hermanos es perfecto porque es prensado en frío, sin procesar, rico en Omega-3 aceite saludable.
Dentro de las 24 horas de sus células son cada vez más el reciclaje de los componentes antiguos y romper las proteínas mal plegadas vinculados a alzheimers y otras enfermedades (Alirezaei et al., Autofagia 2010). Este es el proceso llamado autofagia que necesitamos para comenzar la regeneración del sistema inmunológico.