Tratamiento de las aguas residuales
Mayor planta de tratamiento de aguas residuales
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Alemania es el país europeo con mayor tasa de reprocesamiento y reciclaje de aguas residuales. Más del 96% de las aguas residuales de los hogares o las instalaciones públicas se vierten en depuradoras cercanas para su tratamiento.
En Alemania, los hogares, la industria y el comercio generan cada año más de 5.000 millones de metros cúbicos de aguas residuales. Pero hay más: Aproximadamente tres mil millones de metros cúbicos de agua de lluvia procedente de superficies pavimentadas y carreteras también se vierten en las plantas de tratamiento de aguas residuales, con una considerable cantidad adicional de agua de infiltración que entra en el sistema de alcantarillado a través de fugas.
En Alemania no está permitido verter aguas residuales sin tratar en ríos y lagos, independientemente de si proceden de hogares particulares, del comercio o de la gran industria. La Ley Federal de Aguas (WHG) estipula que los contaminantes contenidos en las aguas de drenaje deben reducirse de acuerdo con la mejor tecnología disponible.
Según el apartado 1 del artículo 57 de la Ley Federal de Aguas (WHG), los vertidos de aguas residuales en masas de agua sólo están permitidos si la carga contaminante de las aguas residuales se mantiene al nivel más bajo que pueda conseguirse mediante la mejor tecnología disponible. La Ordenanza de Aguas Residuales (AbwV) establece requisitos más detallados y específicos. Una versión modificada de la Ordenanza de Aguas Residuales de 1 de enero de 2005 puso en vigor las nuevas disposiciones. Para un total de 53 sectores, los apéndices de la Ordenanza establecen ahora requisitos federales uniformes para el vertido de aguas residuales en masas de agua. La eliminación de las aguas residuales de los hogares es competencia municipal.
Estación depuradora de aguas residuales deutsch
Las aguas residuales llegan primero al conducto principal en el que grandes rastrillos retiran del agua las materias sólidas voluminosas. El núcleo de la planta es la depuración biológica: Miles de millones de bacterias transforman los agentes contaminantes en lodos de depuradora, dióxido de carbono y agua. Para reducir al máximo los malos olores, las piscinas biológicas están cubiertas.
El centro medioambiental vigila la entrada y salida de las aguas residuales. Si hay material en la entrada que pueda dañar el funcionamiento de la depuradora, el centro medioambiental desvía el agua contaminada a una piscina de reserva donde se trata especialmente.
Aguas residuales domésticas
En 2017, la mayoría de los países europeos recogieron y trataron las aguas residuales hasta el nivel terciario de la mayor parte de su población. En los países de la EU-27 (EEE 2020), el 69 % de la población estaba conectada al tratamiento de nivel terciario y el 13 % al tratamiento de nivel secundario.
Los países en los que menos del 80 % de la población estaba conectada a sistemas públicos de tratamiento de aguas residuales urbanas eran Albania, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Irlanda, Italia, Lituania, Polonia, Rumanía y Serbia.
El tratamiento de las aguas residuales urbanas de nuestros hogares y lugares de trabajo es fundamental para garantizar la salud pública y la calidad del medio ambiente. El principal objetivo de la Directiva sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas (91/271/CEE), y de la legislación nacional equivalente para los países no pertenecientes a la UE, es proteger el medio ambiente -en concreto las aguas superficiales- de los efectos adversos de los vertidos de aguas residuales -como la contaminación orgánica que consume oxígeno, que degrada la vida acuática- y la contaminación microbiológica con agentes patógenos. Esto se consigue mediante la recogida y el tratamiento de las aguas residuales en asentamientos y zonas donde la población y la actividad económica están suficientemente concentradas (aglomeraciones), con la carga contaminante generada expresada en equivalente habitante (e-h). En la mayoría de los casos, estipula que las aguas residuales deben someterse a un tratamiento biológico (tratamiento secundario), pero en las cuencas con aguas especialmente sensibles, como las que sufren eutrofización, puede ser necesario un tratamiento más riguroso (terciario) de las aguas residuales para reducir sustancialmente la contaminación por nitrógeno y fósforo.
Tratamiento de aguas residuales industriales
Las aguas residuales son producidas por la actividad humana y tienen un impacto directo en el medio natural al que se vierten, tanto si se tratan como si no. La gestión responsable de los crecientes volúmenes de aguas residuales representa un auténtico reto sanitario y medioambiental para todos los agentes implicados (autoridades locales, operadores, etc.), en todo el mundo. Existen soluciones de tratamiento eficaces, incluida la posible reutilización de las aguas residuales tratadas.
El vertido de aguas residuales no tratadas o mal tratadas en el medio natural produce una contaminación catastrófica para la biodiversidad y la calidad de los recursos hídricos. Por eso es necesario tratar las aguas residuales y fomentar su reutilización para proteger la salud pública y los recursos hídricos.
Diseñamos, construimos y explotamos plantas de tratamiento de aguas residuales, desde pequeñas a muy grandes, en todos los continentes. Nuestros conocimientos técnicos, métodos y procesos de tratamiento degremont® gozan de reconocimiento internacional.
Ofrecemos numerosas soluciones técnicas para reutilizar las aguas residuales depuradas. Evitar los vertidos y, al mismo tiempo, aumentar el agua disponible a menor coste es una de las principales ventajas de la reutilización de aguas residuales, especialmente en regiones afectadas por la escasez de agua y la sequía.